CONSAGRACIÓN A LA ABNEGACIÓN

Querido Jesús, Divino y Amado Salvador, el día de hoy rindo a Ti cada dolor físico, espiritual o emocional. No me quejaré por los inconvenientes, por las demandas sobre mi tiempo, por la invasión a mi privacidad, ni por la rudeza de quienes pongas en mi vida el día de hoy. Con Tu ayuda, aceptaré cada momento presente en Amor Santo. Amén.

“Esta es la forma de vivir todos los días, dando la gloria a Dios cuando te levantas. Reza esta oración con todo tu corazón.”

“Esta es la amorosa y dulce rendición de toda tu vida, empezando en el momento presente. Esta pequeña oración es la consagración a la abnegación. Rézala con amor.” (San Martín de Porres, 31 de Noviembre del 2006.)

 

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