Archivo por meses: octubre 2008

Los Fieles Difuntos

Por favor repita conmigo: “Ven Espíritu Santo dame la gracia de entender el mensaje que voy a leer y amar la voluntad de Dios Padre como lo hizo mi hermano Jesucristo. Amén”.

“El muerto con tierra tiene”, “Vamos a orar por Uds. los vivos ya que el muerto, muerto está”. Estas y otras expresiones escuchamos. Y no sólo de gente incrédula sino de gente que tiene fe. ¿Y qué nos dice Jesús? ¿Cuál es la palabra de Jesús?

En los 26 años de sacerdote quería encontrarle sentido a esta realidad de la muerte y de la celebración de la misa de difuntos, los funerales, los aniversarios, etc.

El Espíritu me dio este regalo: vamos a imaginarnos dos puntos a los extremos. (Si tú quieres tome un papel y lápiz y vaya haciendo el ejercicio). Pinte un punto en el lado izquierdo y otro punto en el lado derecho. Una los dos puntos con un arco. Póngale debajo del punto de la izquierda: pasado y al de la derecha: futuro.  ¿Y el presente? Pon un punto en el centro y debajo escribe presente ¿Dónde está Dios? Por encima del arco. Escribe: Dios Padre y debajo de él coloca ETERNO PRESENTE = cielo

¿Dónde estamos nosotros? Nos colocamos en el presente y ponemos 2008. Colocamos un punto cuando Jesús nace hace aproximadamente 2008-2014 años. Y cuando regresa a la casa del Padre a los 33 años él sube al Padre, al ETERNO PRESENTE, al cielo y ahí rompe, nuevamente, las categorías de tiempo y de espacio. “Por qué buscan entre los muertos al que está vivo” (Lucas 24, 5).

Sobre el tiempo y el espacio

Jesús está por encima del “tiempo”: del pasado y del futuro es un eterno presente. Por eso dice: “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. (Mateo. 28, 20). Y por encima del “espacio”: no hay distancias para El está más cerca de lo que pensamos: “Yo me voy, pero estaré con vosotros” (Juan 14, 28)… “Pues donde están dos o tres en mi Nombre, allí estoy yo, en medio de ellos” (Mateo. 18, 20. Es una mayor presencia. Está en el ETERNO PRESENTE.

Por eso cuando, hoy 28 de octubre del 2008, yo oro por un difunto, cuando yo celebro la misa por un difunto para mí es un presente y para mí es un pasado. Pasado porque estoy orando por quien falleció hace días o meses o años. Pero Dios, pero Jesús está recibiendo esa oración en el “eterno presente”, en el momento preciso que esa persona necesita. Y por esa oración o esa Misa esa persona pudo clamar misericordia a Dios y fue perdonada. Por esa oración o Misa esa persona tuvo ese encuentro con Jesús o esa conversión. Esto es maravilloso. ¡Vale la pena seguir a Jesús!

La Palabra de Dios nos dice: “Mil años en tu presencia son un ayer que pasó, una vela nocturna” (2 Pedro 3, 8; Salmo 90, 4). En ese ETERNO PRESENTE Dios hace maravillas. ¡Qué grande es tener fe! ¡Qué grande es Jesús! Gracias Jesús, gracias Espíritu Santo.

LA PALABRA NOS HABLA

La Palabra nos dice: “Si nuestra existencia está unida a él en una muerte como la suya, lo estará también en una resurrección como la suya… Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él… la muerte ya no tiene dominio sobre él” (Romanos, 6, 3-9)

Escuchemos a Jesús: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí aunque haya muerto vivirá; el que está vivo y cree en mí no morirá para siempre” (Juan 11, 17-27). ¡Qué regalo el de Jesús! Vale la pena seguirlo. Por eso nos dice: “Yo soy el camino, la verdad y la vida (Juan 14, 5-7). El que me sigue no anda en tinieblas”.

Todo el mundo buscando por dónde ir, cuántos que no saben qué hacer, por dónde andar, cuántos confundidos, cuántos enfermos y depresivos por que no le encuentran sentido a la vida y Papá Dios hace 2000 años nos habló definitivamente en su Hijo (Hebreos 1, 1-4) y ¡qué pena que no lo hemos escuchado y no lo conocemos… por eso estamos sufriendo, por eso cuántos aburridos y amargados!

Pero hoy demos gracias y digámosle: Papá Dios aquí está tu hijo Luis, Ángel, María, Juan, Charles, Daniel, Hilda, Jaime, José, quiero escuchar la voz de tu Hijo Amado (Mateo 17, 5). He escuchado muchas voces y muchas teorías y estoy más confundido, más desorientado. Ya no voy a dar más vueltas voy a obedecerte “escuchando a tu Hijo Unigénito Jesús”. Gracias Jesús por enseñarme a obedecer al Padre y a dar la vida por nosotros. Gracias Jesús te amo.

LOS SERES QUERIDOS PRESTADOS

Nos dice la Palabra de Dios: “No olviden que han sido rescatados… pero no con un rescate material de oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, el Cordero sin macha ni defecto” (1 Pedro 1, 18-19). Si Jesús nos ha rescatado, nos ha comprado pertenecemos a él. El es el dueño de nuestras vidas.

Por eso me enseñó que los seres queridos son prestados y… lo prestado un día hay que devolverlo. Nosotros decimos mi papá, mi mamá, mi hijo, mi esposo, mi esposa… ¿En cuánto la o lo hemos comprado? Nosotros no somos los dueños, el dueño es quien nos compró Cristo Jesús.

Vamos a hacer una oración de sanación sencilla y poderosa. Vamos a pensar en un ser querido que extrañamos o por el cual estamos sufriendo mucho. Digamos: “Gracias, Señor Jesús, gracias por el don de la vida, gracias por ese ser querido que me prestaste (puede decir su nombre en este momento), gracias por los años que me lo prestaste. Quería tenerlo más tiempo pero Tú lo llamaste. Es tuyo y con dolor en el corazón y con lágrimas en los ojos te digo gracias Jesús, gracias Jesús, gracias Jesús.

En Laurens –Mass– en un retiro en medio de una enseñanza les hice repetir esta oración. Al final una señora decía: “Llevaba dos meses llorando y desesperada porque me mataron mi hijo y casi no venía al retiro y cuando se terminó la oración de entrega sentí que algo salía de mí y empecé a experimentar una paz que no tenía desde hacía dos meses. Después de 5 años regresé a otro retiro y ella era del equipo organizador. Jesús la sanó y ella hizo como la suegra de Pedro cuando Jesús la sanó: se puso a servirlos (Marcos 1, 29-31).

MUERTOS QUE VIVEN

Hace 19 años mi papá Campo Elías Roa Alfonso luego de un cáncer cayó en estado de coma desde el 2 de febrero al 17 de Diciembre. Estaba de misionero en Ecuador. Después del funeral regresé y la gente me preguntaba: ¿Cómo está tu papá? Respondía muy bien. ¡Ah, se mejoró! Sí, está en el cielo. ¡Ah, se murió! Continuaba: no, no está muerto está en el cielo. Otros ¿Cómo está tu papá? Muy bien, respondía. ¿Se mejoró? Sí, está en el Reino de los cielos. ¡Ah, se murió! No, no se ha muerto, está en el cielo. Está mejor que nosotros, está en el cielo.

Verdad que esa es nuestra costumbre: mi papá se murió, mi mamá se murió. Me quedé sola porque mi marido se murió. ¡Qué diferencia decir mi papá se murió a decir mi papá está en el cielo, mi papá se adelantó! Eso da un poder grande y una paz grande. Por favor, nombre ese ser querido por el que estaba sufriendo hasta este momento y diga: fulano o fulana de tal está en el cielo. Gracias Jesús por tu resurrección y porque contigo resucitamos nosotros.

¡Qué grande es tener fe en Jesús! Ni Buda, Ni Confucio, ni Mahoma, ni Lutero han dicho: “He resucitado y ustedes mis seguidores también resucitarán”. Sólo Jesús de Nazaret el Hijo de Dios nos ha revelado y desvelado el corazón amoroso de Papá Dios que ha preparado en el cielo una mansión para cada uno de nosotros (Juan 14, 1-3). ¡Señor Jesús te amo mucho y te doy gracias por tu amor hasta dar la vida y vencer la muerte para que tengamos como Tú vida eterna! Gracias Jesús gracias.

Terminaba una Misa en San Pedro, comunidad de Cristóbal Colón –Carchi– Ecuador, donde estuve 10 años de párroco. Eran las 11 pm. cuando regresaba a la Casa Cural. La Camioneta estaba fallando y salíamos a las 3, 00 am. a Quito, la capital, con una comisión. Cuando pasé el puentecito se apaga. La noche estaba oscura, estaba sin linterna, sin luces. Intento y nada es nada. Me prendió el Espíritu un bombillito: subí, metí la llave y clamé: “¡Don Campo Elías póngase las pilas! Intenté y encendió la camioneta. Los seres queridos, como los santos-los declarados santos, tienen poder de intercesión porque así como cuidaron de nosotros en la tierra ahora con más poder al lado de Jesús.

¡GANAR LA VIDA ETERNA!

Un hombre rico se acerca a Jesús, se arrodilla y le hace una pregunta trascendental: “Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para ganar la vida eterna? Leamos San Marcos 10, 17-22.

¿Nos hemos hecho esta pregunta? ¿Para qué trabajamos, para qué estudiamos, para qué afanamos tanto? ¿Para ganar la vida eterna o para condenarnos? Es serio que al final cuando tengamos que dar el examen final tengamos que decir: “En vano me he cansado, en vano he trabajado, en vano he acumulado para mí y no para Dios…” (Lucas 12, 13-21) (Mateo 12, 36-37).

Los invito a hacer un estudio del examen final que Jesús nos hará Leer despacio Mateo 25, 31-46.

También vamos a leer 2 Macabeos 12, 38-45

Un ingeniero que llevaba 30 años sin confesarse y Jesús le ha tocado el corazón me decía: “Leonardo, qué triste comer para vivir, vivir para trabajar, trabajar para comer y comer para vivir y, así repetir ese ciclo y acabarse todo Digamos: “Señor Jesús dame la gracia de trabajar para la vida eterna, dame la gracia de leer, amar y obedecer tu palabra y así resucitar contigo, gracias Jesús, te amo, Gracias Jesús por tocar mi vida”

Padre Leonardo Roa Torres
Parroquia “Santiago Apóstol”
Arroyo al Medio, Nagua, República Dominicana
Tel. (809) 753-8440, Ofic. (809) 374-2649
E-mail: sanacioninterior@yahoo.com

Por favor hacer esta lectura 3 veces para entenderla, 3 veces para asimilarla y 3 para enseñarla. Total 9 veces. Puede reproducirla y si escriben envío otras.

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La Iglesia de Jesucristo

Cuando uno camina por un pueblo o una ciudad ve letreros: «Iglesia Bíblica Emaús, Iglesia Pentecostal, Iglesia de los Santos de los últimos Tiempos, Iglesia Metodista, etc. etc. Y otras donde dice Iglesia católica San José o San Francisco o Nuestra Señora de la Altagracia, etc. etc. Especifica «Iglesia católica».

Que no seamos nosotros los que hablemos sino que sea «La Palabra de Dios hecha carne» la que nos aclare tanta confusión y nos diga la verdad, ya que nos prometió: «Yo soy el camino, la verdad y la vida».

Después de la profesión de fe de Pedro Jesús le dice: «Tú eres Pedro (o sea piedra) y sobre esta piedra edificaré mi iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer. Yo te daré las llaves del Reino de los cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo» (Mateo 16,15-19).

Jesús habla en singular: «Edificaré mi Iglesia», no dice mis iglesias. Y lo especifica: «mi iglesia» como para que nadie venga a usurpar e inventar otra Iglesia. No es la Iglesia de Pedro, aunque sea escogido como piedra, sino la iglesia de Jesús.

Fui a una oficina en San Francisco de Macorís y el señor que me atendió vio la cruz que llevaba en el pecho, aunque no tenía el cuellito que me identificaba que era sacerdote. Antes de atenderme me pregunta: ¿Ud. es cristiano? Le respondí: sí, soy cristiano. Continúa ¿De qué iglesia? Le digo: «De la Iglesia de Jesucristo». Sigue: ¿Y cuál iglesia de Jesucristo? Añadí: «¿Y cuántas iglesias fundó Jesús? Jesús sólo fundó una iglesia, las demás son fundadas por los hombres». Agachó la cabeza y comenzó a atenderme. Creo que entendió bien las palabras en San Mateo 16,18.

Jesús le dice a Pedro: «…Simón, Simón… yo he rogado por ti para que tu fe no se venga abajo. Y, tú, cuando hayas vuelto, tendrás que fortalecer a tus hermanos» (Lucas 22,31-32). Esa es la misión del sucesor de Pedro, el Papa, fortalecer a los hermanos en la fe.

¿IGLESIAS IGUALES O DISTINTAS?

Hoy en día han crecido los grupos y una gran mayoría se llaman cristianos y dicen que «su» iglesia es la verdadera y nos atacan mucho a la llamada «iglesia católica».

Me perdonan pero yo no sé quién ha sido el inventor de una falsa y engañosa respuesta: «Cuando te preguntan si tú eres cristiano responden: no, yo soy católico. Le dicen: ¿de qué iglesia eres? Y contestan: De la iglesia católica. Me parece una «metedura de pata».

Si Jesús sólo fundó UNA Iglesia tenemos que aprender lo que me enseñó el Espíritu Santo ese día con esas respuestas que le di a ese señor:

  1. ¿Ud. es cristiano? Sí, soy cristiano. Nos dice la Palabra: «Y fue en Antioquía donde los discípulos por primera vez recibieron el nombre de cristianos» (Hechos 11,26). Nosotros como discípulos de Jesús debemos responder: sí, soy cristiano por la gracia de Dios.
  2. ¿De qué Iglesia? De Iglesia de Jesucristo. De la única iglesia que fundó Jesús.
  3. ¿Cuántos apóstoles tenía Jesús? Doce.
  4. ¿Cuántas llaves entregó Jesús? Una y a Pedro. Jesús no dijo: Juan, tenga su llave; Andrés, tenga su llave; Santiago, tenga su llave y vaya cada uno a montar «su iglesia». Sólo entregó una llave, las demás son falsificadas.

San Pablo, el gran apóstol, relatando el proceso de su conversión quería saber si estaba en lo cierto o en la mentira por eso sube donde Pedro: «Más tarde, pasados tres años subí a Jerusalén para entrevistarme con Pedro y permanecí con él quince días. No vi a ningún otro apóstol fuera de Santiago, hermano del Señor. Todo esto lo digo ante Dios; él sabe que no miento… Después de 14 años subí de nuevo a Jerusalén con Bernabé… Siguiendo una revelación, fui para exponerles el evangelio que anuncio a los paganos. Me entrevisté con los dirigentes en una reunión privada, no sea que estuviese o hubiera hecho un trabajo que no sirve… reconocieron que a mí me había sido encomendada la evangelización de los pueblos paganos , lo mismo que a Pedro le había sido encargada la evangelización de los judíos…» «…Santiago, Cefas y Juan reconocieron la gracia que Dios me ha concedido…» (Gálatas, 1,18 hasta 2,10). Puede empezar a leer desde el comienzo del capítulo 1.

San Pablo es claro. El quiere saber si lo que está predicando es verdad o no, si su trabajo va concorde con la Iglesia de Jesús, si ha corrido en vano o no. El no quiere hacer «su iglesia», sino hacer que Jesús sea conocido y amado. Hasta gritar: «Ya no vivo yo es Cristo quien vive en mí» (Gálatas 2,20).

¿CÓMO SABER RESPONDER?

Un vecino que no sabe leer ni escribir pero es un buen pelador de cocos y buen trabajador fue invitado por un pastor a su culto. El vecino le pregunta: ¿Pastor quién fundó tu iglesia y en qué año? El pastor le dice: «Ya sé quién fue el que le enseñó eso». Y el vecino lo sigue presionando: «Pastor, pastor dígame quién fue el que fundó tu iglesia y en qué año». Y al verlo tan seguro se fue y lo dejó sin saber qué responder.

Por eso les estoy enseñando varios pasos para cuando los visiten o se los encuentren:

  1. Los reciben con mucho cariño: Hermano-a bienvenido.
  2. Hacerle una pregunta: ¿De qué iglesia viene? Ellos tienen que responder: de la Iglesia Bautista, Pentecostal, Mormones, Metodistas, Testigos de Jehová, Pare de sufrir, etc., etc.
  3. Inmediatamente dos preguntas: ¿Quién fundó tu iglesia? Y ¿En qué año? Tienen que responder fulano o fulana de tal y en tal año. (En la última página coloco el nombre de iglesias con su fundador y el año en que nació)
  4. Entonces hermano-a tú estás en la iglesia de fulano o fulana y que la fundó en tal año. En cambio, yo estoy en la Iglesia de Jesucristo que empezó desde el principio. Hermano-a te invito a que dejes la iglesia de fulano o fulana y te vengas a la iglesia de Jesucristo.

Nota: Y si responde a la tercera pregunta: «No sé». Le dices: «Hermano-a, tú estás en una iglesia que no sabe quién la fundó. En cambio, yo estoy en la iglesia de Jesucristo. Por eso te invito que dejes esa iglesia que no sabes quién la fundó y te vengas a la iglesia de Jesucristo.?

AL FINAL DE TU VIDA

Cuando tú llegues al final de la vida te vas a encontrar cara a cara con Jesucristo y no con el fundador de X o Y iglesia. ¿Y qué le vas a decir? Señor, nadie me dijo eso, por eso seguí en la iglesia de fulano o de fulana. La cosa no es de juego, es algo trascendental, es algo de vida o muerte. No podemos seguir enseñando otro evangelio que no sea el de Jesús: «Me sorprende que ustedes abandonen tan pronto a Aquel que según la gracia de Cristo los llamó y se pasen a otro evangelio. Pero no hay otro; solamente hay personas que tratan de dar vuelta al Evangelio de Cristo y siembran confusión entre ustedes» (Gálatas 1, 8-12)

El padre Emiliano Tardif recordaba que la mamá de Martín Lutero cuando ya se despedía de este mundo le pregunta a su hijo: «Cuénteme, Martín, ¿cuál es la iglesia verdadera: la tuya o la católica?». Martín le responde: mamá, la mía para esta vida, pero la católica para la vida eterna». Y, continuaba Emiliano: Lutero pudo engañar a todo el mundo menos a su madre.

Vamos a orar con Jesús: «Que todos sean uno, como tú Padre, estás en mí y yo en ti. Que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado» (Juan 17,21). «Tengo otras ovejas que no son de este corral. A ésas también las llevaré; escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño con un solo pastor» (Juan 10,16). Jesús pide que seamos uno porque hay un solo rebaño y El es el único pastor. Una sola iglesia con un solo pastor.

HUMILDAD Y OBEDIENCIA

Vamos a orar por todos los que por una u otra razón o sin-razón se fueron de la iglesia de Jesucristo a una iglesia fundada por los hombres aunque tengan la Biblia y se llamen cristianos. Tenemos que tener los brazos abiertos como el Padre con el hijo pródigo (Lc. 15).

«El es nuestra paz. El ha destruido el muro de separación, el odio, y de los dos pueblos ha hecho uno solo… reunió a los dos pueblos en él, creando de los dos un solo hombre nuevo… (Efesios 2,14-22). ¿Si Jesús destruyó la barrera de judíos y gentiles no podrá destruir la barrera de los que llevamos la Biblia y hablamos y predicamos de Él y en su nombre?
Leer, orar y obedecer a Cor. 12,12-31 / Rom. 12.1-8. San Pablo nos presenta en estos dos pasajes la Iglesia como el Cuerpo de Cristo. ¿Ustedes han visto una cabeza con dos cuerpos? Cristo es la cabeza y nosotros somos el Cuerpo. Por eso la iglesia es «santa y pecadora». Santa porque la cabeza es santa y pecadora porque el cuerpo, que somos nosotros, es pecador. Hasta que seamos como Jesús: «Quien me ve a mí ve al Padre»(Juan 14,9) y, nosotros podamos decir: «quien me ve a mí ve a Jesús y ve al Padre. ¡Qué misión tan divina tenemos los cristianos en el mundo! ¡Ánimo!

No podemos seguir dividiendo el «Cuerpo de Cristo». Si los que nos llamamos cristianos viviéramos como hermanos y siendo como Jesús pidió: «Que sean uno como Tú y yo somos uno para que el mundo crea que Tú me has enviado». El mundo ya hubiera cambiado Debemos ser humildes y reconocer a Jesús.

No podemos seguir con la Biblia en la mano diciendo: «La Biblia dice…» y criticando tanto a la Iglesia de Jesucristo. Y recuerden que la Biblia es completa y no se puede coger un versículo o capítulo y dejar los otros. Eso va en el próximo brochour, Dios mediante. Oremos por ese otro artículo con temas de unión que se sustentan en la Biblia. Amén Jesús. Gracias Jesús.

PRINCIPALES IGLESIAS Y GRUPOS PROSELITISTAS

Adventistas William Miller USA 1818
Adventistas del 7mo día Elena de White USA 1863
Anglicanos Enrique VIII / Isabel I Inglaterra 1534
Bautistas John Smith Inglaterra 1611
Ciencia Cristiana Mary Baker Eddy USA 1879
Cientología (Dianética) L. R. Hubbard USA 1954
Hare Krisma Abhay Charan India 1965
Cristianos Grupo México 1980
Espiritismo Familia Fox USA 1848
Espiritualismo Roque Rojas México 1880
Fraternidad Rosa Cruz Max Heindel USA 1909
Secta Moon Sun Myung Moon Corea 1954
Luteranos Martín Lutero Alemania 1521
Luz del Mundo Aarón J. Flores México 1926
Meditación Trascendental M. M. Yogui India 1957
Metodistas John Wesley Inglaterra 1729
Menonitas Mennon Simmons Holanda 1543
Mormones José Smith USA 1830
Niños de Dios David Berg USA 1950
Pare de Sufrir Edir Macedo Brasil 1978
Pentecostales Grupo USA 1900-5
Presbiterianos John Knox Inglaterra 1560
Rosacruces Christian Andreae Holanda 1610
Sociedad Teosófica Elena Blavatsky USA 1875
Testigos de Jehová Ch. Taze Russell USA 1874
YMCA / YWCA George William Inglaterra 1844

Y las miles que hay con nombres Bíblicos pero todas fundadas por los hombres. Hay grupos que dicen: «aquí vienen de todas las iglesias, no hay problema». Si tú participas en sus actividades estás apoyando una iglesia que no es la de Jesucristo. Eso es peligroso. Y muchos que se han ido ya no quieren volver y se quedan sin nada. Oremos para ser uno en Cristo Jesús.

Los Bendigo en Jesús y en María un servidor,

Leonardo Roa Torres
Parroquia «Santiago Apóstol»
Arroyo al Medio, Nagua, R.D.
Tel. (809) 753-8440
E-mail: sanacioninterior@yahoo.com

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Las Dos Piernas De Sanación

Vamos a caminar en sanación con estas dos piernas:

PRIMERA PIERNA = «DAR GRACIAS SIEMPRE»

Hace ocho años llamé a mi madre en Colombia y me dice: «Leito, ore por mi ojo derecho que me van a hacer una cirugía de catarata». El Espíritu me puso el decirle lo siguiente: «Madre, empiécele a dar gracias a Dios por el ojo izquierdo que tiene bueno». Ella muy obediente lo hizo y cuando vino a la República Dominicana le ví leyendo, en una de las 38 Capillas que atiendo, sin lentes. De modo que si le duele el brazo izquierdo déle gracias por el brazo derecho que tiene bueno. En vez de pedir… dar gracias

Una muchacha en Portugal me dijo: «Padre, yo sólo tengo un estómago y tengo úlcera, ¿qué hago?» El Espíritu puso en mi corazón el decirle: «Déle gracias por todo el tiempo que estuvo bien y nunca se acordó de darle gracias». Hoy, por ejemplo, hemos comido varias veces y no le hemos dado gracias por los dientes y las muelas que tenemos… pero si nos duele una muela inmediatamente le decimos: «Diocito, quítame el dolor de muela». Me pregunto cuántas veces le habremos dado gracias por los dientes y las muelas? ¡Dar gracias siempre, y por todo!

El P. Emiliano me relajaba cuando me escuchaba predicar sobre el dar gracias. Me contaba que un abad le enseñaba a sus monjes lo mismo, y un día, mientras estaba en el jardín orando el Oficio Divino y un pajarito que lo sobrevolaba le ensució en la nariz. Los monjes estaban esperando a ver qué iba a decir y finalmente él dijo: ¡Gracias, Papá Dios, porque las vacas no vuelan!

En momentos grandes Jesús dice: ¡Gracias! En la última Cena Jesús «tomó pan y dio gracias»… «tomó el cáliz y dando gracias»… En la multiplicación de los panes: «Tomó pan y dando gracias»… Y en la resurrección de Lázaro levantando los ojos al cielo dice: «Gracias Padre porque me has escuchado, yo sé que siempre me escuchas»… Crean que todo lo que han pedido en oración ya lo han obtenido y lo obtendrán (Mc. 11, 22-24).

SEGUNDA PIERNA: «OFRECER TODO»

Santa Teresita del Niño Jesús entró a los 15 años al convento y a los 24 años un cáncer en los pulmones y una tuberculosis aguda, se la llevaron al cielo. Ella ofrecía todos los dolores por los misioneros y las misiones, sobretodo cuando en la semana le tocaba hacer el trabajo tan duro en la huerta. Y así mismo cuando le tocaba hacer el de la panadería, la semana de la cocina, la semana de la lavandería… Todo lo ofrecía por las misiones y los misioneros y por eso la Iglesia la nombró: «Patrona Universal de las Misiones», sin salir del convento, sin hacer una misión. Fue una raíz en el árbol de la Iglesia. No se veía pero estaba dando vida.

Santa María Faustina sólo estudió hasta tercer año de primaria, fue creciendo y hasta estuvo de doméstica en Varsovia. Esa paisana de Juan Pablo II entró al convento a los 20 años y a los 33 años tuvo un cáncer en los pulmones y una tuberculosis aguda que se la llevó a la Casa del Padre. Ella todos esos dolores se los ofrecía a Jesús por la conversión de los pecadores. Había días que no se podía levantar para ir a la Misa, su cuerpo ya no le daba para más y los dolores eran intensos, pero todo lo ofrecía por la conversión de los pecadores. Una monjita enfermera en vez de animarla le decía: «Ud. es vaga y por eso no baja a Misa». ¡Hay de todo en la viña del Señor! Más ella todo lo ofrecía por la conversión de los pecadores. Y Miremos la devoción del «Jesús de la Misericordia» con la firma «Jesús en Ti confío». ¡Jesús lo ofreció todo por nosotros!

Los dos beatos de Fátima: Francisco y Jacinta se enfermaron y murieron siendo apenas muy niños, en medio de grandes dolores. Mas ellos todo lo ofrecían como la Virgen María les había mandado: por la conversión de los pecadores.

Bernardita de Souviruo en Lourdes -Francia- le decía a la Virgen: «Todos se curan tomando el agua o lavándose y yo no». La Madre le decía que ofreciera todo. Como dice Jesús: Hay espíritus que sólo salen con oración y ayuno. Y así tenemos de ejemplo a tantos santos que todo lo ofrecían. Y pensar que nosotros por el Bautismo estamos llamados a ser santos. ¡Que bendición!

Me acuerdo que vivía en la Casa de la Anunciación donde estaba también el P, Emiliano, con el grupito de matrimonios junto al que dábamos retiros, organizamos un pasadía el 5 de Mayo de 1997. Llegando a Juan Dolio a las 9.00 a.m. me dió un dolor de cabeza tan fuerte que sentía que se me estallaba la cabeza. Comencé a ofrecerlo por ese día para que fuera algo precioso y viviéramos un día de fraternidad y de descanso familiar, con los hijos de dichos matrimonios. El dolor era intenso y seguía haciendo las cosas sin decírselo a nadie. Como a la media hora ya no sabía de él, había desaparecido por completo.

¿Y qué es lo que hacemos por lo general? O tomar un calmante o decírselo a alguien. Ofrezcamos el sufrimiento y veremos la gloria de Dios. Si tenemos que tomar algo, lo hacemos bendiciendo el medicamento y dando gracias a Dios porque podemos tomar la medicina, ya que hay mucha gente que no tiene ni siquiera esta la posibilidad.

Bueno, ya cada uno puede ampliar el tema de las dos piernas de sanación. Mientras más lo vivamos y caminemos en esas dos piernas y lo enseñemos a los demás, los testimonios serán grandes. Me pueden escribir contándome testimonios. Gracias.

Luego les mandaré el mensaje de sanación con la Virgen María y el rezo del Santo Rosario. Es maravilloso y sencillo. Ya me enseñaron a escribir en este aparatito que debemos emplear para llegar al corazón de tantos hermanos que esperan una palabra de aliento.

Otra experiencia que compartiré será la experiencia de sanación desde el vientre materno. Otra para los que han visto partir un ser querido. Bueno esto es maravilloso.

Los bendigo en Jesús y en María. Su hermano y amigo,

          Leonardo Roa Torres

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El Arbol de la Iglesia

En el Ministerio de Sanación por donde Jesús me ha ido llevando he palpado tanto dolor, tantos enfermos, tantas personas que sufren sin consuelo y sin esperanza.

El Espíritu Santo me ha regalado esta figura de “El Árbol de la Iglesia”. La Iglesia como un árbol.

En este momento miremos o imaginémonos un árbol y descubramos cómo están conformados. ¿Cuántas partes tiene un árbol? Depende del árbol. Hay unos que tienen raíz, tronco y ramas; otros tienen hasta flores y otros frutos. Cada una de esas partes tiene su función. A nosotros nos gusta ver las flores y alimentarnos de sus frutos. A la raíz no le damos mucha importancia porque no se ve. Sin embargo, la raíz tiene la función de dar vida, de sostener el árbol. Luego de los ciclones, de los huracanes vemos árboles arrancados de raíz, otros en cambio bien sostenidos. La raíz tiene gran importancia.

En la Iglesia tenemos las flores que embellecen. Las flores son esos carismas, esos dones que el Espíritu ha dado y hacen tanto bien en el mundo. “En el jardín de la Iglesia”, decía un Papa, cada carisma es como una flor que adorna. En un jardín no todas son azucenas o rosas o claveles. Hay variedad.Así, los carismas de las comunidades religiosas, de los grupos o movimientos apostólicos. Cada uno es una flor que embellece el jardín de la Iglesia. Cada uno es parte del Cuerpo de Cristo que es la Iglesia. ¿Cuál es el más importante o el mejor si todos son suscitados por el mismo Espíritu?

Pero existe no sólo la flor que embellece sino el fruto que alimenta, que nutre. Con esos carismas muchos se han alimentado: unos han nacido a una nueva vida, otros han sido fortalecidos en la fe y han recibido vida, la vida de Jesucristo quien “Ha venido a darnos vida y vida en abundancia” (Juan 10, 10).

Pero de fondo hay algo escondido que absorbe y da vida: la raíz.

Muchos de nosotros hemos sido flores y hasta frutos: Hemos dado retiros, predicamos, oramos por los demás, hasta organizamos encuentros, visitamos los enfermos, celebramos la Eucaristía, en fin toda nuestra actividad apostólica y evangelizadora sea la que sea o la que haya sido.

Y, llega un momento de enfermedad o de vejez que nos saca del medio y ya no aparecemos como flor o fruto. Caemos en el silencio y en el anonimato creyendo que ya no servimos para nada y que lo mejor es morirse, como se dice. Unos piensan que ya cumplieron su misión y lo mejor es irse con Cristo.

Ya no somos flores y frutos, ya no aparecemos, ya no lucimos a los ojos de los hombres. Sin embargo, Papá Dios tiene otro trabajo: ser raíz. No importa si eres niño, si eres joven, si eres adulto o si eres anciano.

Desde el dolor, la enfermedad, la ancianidad ofrecer todo por “el árbol de la Iglesia” para que la Iglesia sea “sal, luz y levadura en el mundo”. Ofrecer todo, ofrecerlo todo. El cristiano todo lo aprovecha. Todo lo recicla.

No es fácil, pero debemos prepararnos con las incomodidades, con las enfermedades, con la partida de un ser querido, con las contrariedades del diario vivir para que cuando nos llegue el momento de ser raíz-raíz no nos desesperemos sino que nos entreguemos a esa nueva misión de “ocultos dar vida”.

Tendremos más tiempo de orar, de ofrecer todo ese dolor, esa enfermedad, esa impotencia de hacer las cosas, esa humildad de dejarse llevar de la mano, de dejarse bañar, de que le den la comida, etcétera, etcétera.

A un servidor de la Parroquia que trabajó mucho en las comunidades con la predicación, la catequesis, los retiros y ahora sufre de párkinson, artritis, orina por sonda, anciano y otras enfermedades le invitaba a que ofreciera esos dolores e incomodidades por diferentes necesidades: hoy por los niños abandonados, mañana por los jóvenes en droga o delincuencia, otro día por los matrimonios en dificultad, otro día por las autoridades para que sirvan al pueblo y no se sirvan del pueblo, otro día por los misioneros, otro día por los familiares, otro día por los enfermos abandonados, otro día por los que trafican la droga, en fin día a día por una intención. Así los enfermos tienen siempre trabajo y son importantes.

Esa es una nueva misión

Puede orar un Santo Rosario, un momento de oración, la Eucaristía por radio o T.V., la coronilla de la Misericordia, las bendiciones que puede enviar, las jaculatorias que puede hacer. Oración y sacrificio. Jesús nos dice: hay espíritus que salen con oración y ayuno (Mateo 17, 21). De esta manera le vamos a encontrar sentido al sin-sentido y nos podemos convertir en una gran raíz en el árbol de la Iglesia y del mundo. Por eso nos dice Jesús; “Si el grano de trigo muere da vida, pero si no muere queda solo” (Juan 12, 23-26). San Pablo nos anima: “a los que aman a Dios todo les ayuda” (Romanos 8, 28-38).

No sólo el enfermo sino la familia o los que cuidan los enfermos pueden ser raíces.

Todos llamados a ser raíces.

Démosle gracias a Jesús por las oportunidades que nos da de ser flores y frutos. Digámosle: Señor Jesús, úngeme con el poder del Espíritu Santo para ser raíz hoy, mañana y cuando Tú lo permitas. María, madre de Jesús y madre nuestra, Tú la gran raíz de intercesión desde “el sí” de la Anunciación hasta el camino de la cruz y el recibir a tú hijo en tus brazos….. Madre, consigue esa fortaleza de espíritu para todos sus hijos y así podamos ser raíces como lo han sido los santos.

Recordamos los pastorcitos de Fátima: Jacinta, Francisco, Lucía; Santa María Faustina, el Padre Pío, Santa Teresita del Niño Jesús, la madre Teresa de Calcuta y tantos santos y santas canonizados y otros en el anonimato que dieron vida o están dando vida como raíces.Oremos y digamos hasta en voz alta: Gracias Señor Jesús por poder servir siempre, gracias por quitarme de la cabeza y del corazón que ya no sirvo para nada y que lo mejor es morirme, gracias por fortalecerme para ser raíz. Te alabo y te bendigo por tu amor y tu cariño.Gracias por guardarme en tu corazón bendito, por lavarme con tu sangre preciosa y hablarme de corazón a corazón. Gracias por poder llegar a tantos hermanos con “El árbol de la Iglesia”. Gracias Jesús, gracias Señor Jesús.

Los bendigo en Jesús y en María, esperando sus oraciones y sacrificios por este servidor.

Leonardo Roa Torres
Sacerdote
Parroquia “Santiago Apóstol”
Arroyo al Medio, Nagua, R.D.
Teléfono (809) 753-8440
e-mail: sanacioninterior@yahoo.com

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