Nuestra Iglesia Particular de San Francisco de Macorís está de fiesta celebrando las Bodas de Oro Sacerdotales de nuestro querido Obispo: Monseñor Jesús María de Jesús Moya. El lema de Marzo: “Entrega” es un retrato de lo que ha sido la vida de nuestro Obispo: “Una entrega en esta región nordestana de la República Dominicana. En estas 3 Provincias: Duarte, María Trinidad Sánchez y Samaná.
50 Años de Sacerdocio no es fácil, pero es una “aventura maravillosa con Jesús y con María”. 50 Años de aplausos y de críticas y hasta de calumnias. Unos lo felicitan otros lo rechazan. Con razón dice el adagio: “Uno no es una monedita de oro que le cae bien a todo el mundo”. Si visita a los pobres y los ayuda es “de izquierda”. Si come con los ricos es “de derecha”. Y, así ,muchas cosas más. Pero ni a Jesús lo entendieron. Es más los que se creían los más entendidos en las Escrituras fueron los que planearon y llevaron a cabo su muerte. ¿Se sigue repitiendo la misma historia en las Diócesis y en las Parroquias?
Dice Jesús: “Felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias. Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo…” (Mateo 5,11-12)
Gracias, Monseñor Moya, por su entrega hasta dar su vida por nuestra Diócesis. Por eso, luego de la renuncia como Obispo, a los 75 años de edad, lo mantienen aguantando y orientando la dirección de la Barca de Pedro en estas 3 Provincias. Fuera de todo el trabajo y responsabilidad que lleva en la Conferencia Episcopal Dominicana. ¡Demos gracias a Nuestro Padre Dios por nuestro Padre Obispo!
En los compromisos está el orar por nuestro Obispo. También ofrezcamos algún dolor o incomodidad o sacrificio por él para que el Espíritu Santo lo siga fortaleciendo más y más. Le dé más salud y más sabiduría para ayudarnos más
50 Años de Sacerdocio no es fácil, pero es una “aventura maravillosa con Jesús y con María”. 50 Años de aplausos y de críticas y hasta de calumnias. Unos lo felicitan otros lo rechazan. Con razón dice el adagio: “Uno no es una monedita de oro que le cae bien a todo el mundo”. Si visita a los pobres y los ayuda es “de izquierda”. Si come con los ricos es “de derecha”. Y, así ,muchas cosas más. Pero ni a Jesús lo entendieron. Es más los que se creían los más entendidos en las Escrituras fueron los que planearon y llevaron a cabo su muerte. ¿Se sigue repitiendo la misma historia en las Diócesis y en las Parroquias?
Dice Jesús: “Felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias. Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo…” (Mateo 5,11-12)
Gracias, Monseñor Moya, por su entrega hasta dar su vida por nuestra Diócesis. Por eso, luego de la renuncia como Obispo, a los 75 años de edad, lo mantienen aguantando y orientando la dirección de la Barca de Pedro en estas 3 Provincias. Fuera de todo el trabajo y responsabilidad que lleva en la Conferencia Episcopal Dominicana. ¡Demos gracias a Nuestro Padre Dios por nuestro Padre Obispo!
En los compromisos está el orar por nuestro Obispo. También ofrezcamos algún dolor o incomodidad o sacrificio por él para que el Espíritu Santo lo siga fortaleciendo más y más. Le dé más salud y más sabiduría para ayudarnos más